Admitámoslo humildemente, casi todos tendemos a lavar la ropa mecánicamente. Siempre los mismos reflejos y hábitos. Pero también los mismos errores los repetimos una y otra vez. Y luego, nos sorprende que nuestra ropa no esté tan limpia como nos hubiera gustado, que nuestra ropa esté impregnada de un olor extraño o que nuestra lavadora empiece a cansarse. Pero, por cierto, ¿cuánto tiempo hace que no limpias la lavadora?
¡No, no es un juego de niños! Poner en marcha una lavandería no es tan sencillo como parece. Hay algunas reglas estrictas a seguir. Pero como a menudo actuamos apresuradamente o queremos deshacernos de este trabajo rápidamente, mostramos negligencia. No importa si su máquina es de última generación o de alto rendimiento, si abusa de ella o no la mantiene adecuadamente, su longevidad y eficiencia se verán rigurosamente puestas a prueba.
¿Quieres tener siempre ropa limpia y fragante? Aquí tienes todos los errores que debes evitar al lavar la ropa, para preservar tanto la calidad de tu ropa como el rendimiento de tu lavadora.
1. Ciclos de lavado cortos
Los ciclos de lavado cortos con agua fría o sin centrifugado son adecuados para prendas poco sucias. Si bien puedes ahorrar dinero con este tipo de lavados, no son ideales para lavados frecuentes.
2. No trates las manchas antes de lavar la ropa.
Algunas manchas son más difíciles de eliminar que otras. Especialmente manchas de grasa. Entonces es recomendable intentar quitarlos a mano, antes de lavar la ropa en la lavadora.
Entre las manchas más complejas de eliminar se encuentran, por ejemplo, las manchas de sudor que se forman en el lino blanco. Una buena alternativa: la aplicación de bicarbonato combinado con vinagre blanco. Al frotar las áreas afectadas con este poderoso quitamanchas y desengrasante, te asegurarás de eliminar las manchas rebeldes y, como beneficio adicional, desodorizarás la prenda.
3. Sobrecarga de la lavadora
Error común: para evitar hacer varios lavados, se tiende a llenar el tambor hasta el borde. ¡mala idea! Al sobrecargar tu lavadora, sientes que estás ahorrando agua y electricidad. Sin embargo, la clasificación de este electrodoméstico se basa en el peso máximo que puede soportar por ciclo de lavado. Si lo asfixias, es muy probable que se dañe a largo plazo. Siempre se recomienda leer las instrucciones del fabricante y seguirlas.
4. Uso excesivo de lejía
La lejía es un producto útil pero tóxico que puede dañar la ropa . Lo ideal es aplicarlo sobre ropa blanca con una cantidad muy pequeña. Si es posible, antes del ciclo de lavado, remoja tu ropa en un balde lleno de agua y un poco de lejía. Esto evitará que puedas volver a colocarlo en la máquina.
5. No secar bien la ropa después de lavarla
¿Te quejas a menudo de los malos olores en tu ropa? No es ningún misterio: la ropa debe retirarse de la lavadora tan pronto como finalice el ciclo de lavado. Si prefieres hacer tus necesidades y dejarlo tirado en el bidón, nada es más normal que desarrolle bacterias y malos olores. Debido a la humedad, siempre debes tener el reflejo de secar tu ropa inmediatamente al aire libre. Sobre todo, ármate de paciencia: no los instales demasiado rápido en el armario cuando aún estén un poco húmedos, porque el problema seguirá siendo el mismo. Cuando te los quitas, incluso unos días después, ¡pueden oler mal!
6. Tira tu ropa interior junto con el resto de tu ropa
Al tratarse de prendas frágiles y delicadas, la ropa interior siempre debe lavarse por separado del resto de prendas para evitar dañarlas. Por lo tanto, las bragas, calzoncillos, calcetines y otros sujetadores deben combinarse en un ciclo de lavado separado.
7. Usa mucho detergente
Es imprescindible utilizar correctamente el detergente en la lavadora. A veces, por prisa o por simple error, llenamos el cajón del detergente más de la cuenta. Sin embargo, el detergente siempre debe estar bien dosificado al verterlo en el compartimento. De lo contrario, la ropa quedará mal aclarada y el aparato se ensuciará. ¿A menudo encuentras residuos de detergente en la ropa después del lavado? Esta es precisamente la prueba de que ha superado con creces la cantidad requerida. No exagere con la cantidad de detergente, dosifique siempre según el peso de la ropa en el aparato.
8. No limpies la lavadora
En la lavadora se acumulan malos olores, exceso de humedad y moho. Especialmente cuando está muy sucio y no necesita un mantenimiento regular. Por eso es importante limpiar a fondo la lavadora al menos una vez al mes. Desde los filtros hasta las juntas y el cajón del detergente, tómese tiempo para una limpieza cuidadosa y meticulosa.
Evidentemente desenchúfala y no olvides dejar la puerta de la lavadora abierta para ventilar el interior de la máquina. Esto también evitará la acumulación de humedad y moho.
9. No separar la ropa
Puede ocurrir que, por falta de tiempo, metas diferentes tejidos en la lavadora. Este es un error común que muy a menudo daña nuestra ropa favorita. Además, este problema favorece la aparición de pelusas y otras manchas.
Además de clasificar tu ropa según tejidos y colores, siempre es recomendable leer las etiquetas y seguir las instrucciones al pie de la letra.
10. Uso inadecuado de la rotación
Otro error muy común: abusar de la centrífuga. Debes saber que la gran carga del tambor y la mala distribución de la ropa acabarán perturbando este ciclo. Siempre tenga cuidado de colgar la ropa de manera uniforme y no formando una bola para evitar ensuciar. Un tambor desequilibrado acaba rápidamente por hacer que la rotación sea ineficaz. En otras palabras, ¡evite el exceso de entusiasmo!
Ya no podemos prescindir de nuestra lavadora, es una auténtica compañera del día a día. Pero, si no lo tratas correctamente, él se venga a su manera: ropa arrugada, agujeros en la tela, pérdida de color, malos olores… Cuídalo, evita cometer todos estos errores y te beneficiarás de una limpieza ¡Ropa interior brillante e impecable!