Con el tiempo, nuestras almohadas pueden volverse amarillas y mostrar manchas rebeldes. Aunque estén protegidos por fundas de almohada, sufren cada noche el paso de nuestros fluidos corporales (sudor) a través de este tejido y pueden acumular polvo, grasa, piel muerta o ácaros. Para las personas alérgicas, tener una almohada limpia es especialmente necesario para un confort óptimo durante la noche. Descubra en este artículo cómo limpiar las almohadas sucias para dormir en un clima saludable y disfrutar de un sueño reparador.
Almohadas suaves o firmes, de plumas, de fibra de poliéster o de látex… Al igual que los edredones, las sábanas, los colchones o las fundas nórdicas, elegir tu almohada te permite disfrutar de un confort óptimo durante el sueño. Pero además de la calidad de la almohada, su limpieza es fundamental. De hecho, la funda de almohada no es suficiente para protegerla de la suciedad y las manchas amarillentas ligadas al sudor que sufrimos cada noche. A continuación te damos algunos consejos para limpiar los cojines y devolverles su blanco natural.
¿Con qué frecuencia debes lavar tus almohadas?
Para evitar que los cojines amarilleen, conviene limpiarlos periódicamente con lejía. De hecho, el color amarillento de las almohadas se debe principalmente a la secreción de sudor o transpiración durante el sueño. Estos fluidos crean un clima favorable al desarrollo de bacterias y ácaros. Y por una buena razón, a estos patógenos les encantan los ambientes húmedos y pueden prosperar en la basura. Pero mientras algunas personas se deshacen de sus almohadas tan pronto como ven aparecer manchas amarillas, otras creen que las fundas de almohada son suficientes para proteger su salud y prolongar la vida útil de sus almohadas. Pero en realidad es necesario lavarlos al menos cada 6 meses. El edredón se puede lavar una vez al año. Si tus almohadas se pueden lavar a máquina, puedes colocar dos pelotas de tenis en la canasta para conservar su forma.
¿Qué truco para limpiar y blanquear las almohadas?
Para higienizar tus almohadas y limitar los gérmenes, existe un truco de la abuela muy eficaz.
Necesitará:
- Bicarbonato de sodio
- Lavadero
- aceite esencial de lavanda
Para lavar tus almohadas y dejarlas tan blancas como nuevas con este método, primero asegúrate de poder lavarlas en la lavadora consultando la etiqueta del producto. Así que simplemente vierte el detergente en el cajón del detergente, luego agrega ½ taza de bicarbonato de sodio y unas gotas de aceite esencial de lavanda directamente en el tambor. Coloque dos almohadas en la lavadora y ejecute un ciclo de lavado.