El truco de la ramita para reproducir la Salvia sin cesar sin gastar un euro

El método económico para la reproducción infinita de salvia

La salvia, una planta aromática de la familia de las Lamiáceas, es rica en sustancias beneficiosas para el organismo e ideal para realzar el sabor de los alimentos. Cultivarlo en casa es una tarea sencilla que requiere la orientación, el amor y la atención adecuados.

Reproducción de salvia en maceta: una guía paso a paso

Profundicemos en los puntos esenciales para reproducir con éxito la salvia.

  1. Semillas o esquejes: Las plántulas de salvia se pueden cultivar a partir de semillas, aunque este método es más lento. Simplemente coloque tierra en una maceta, esparza las semillas, cúbralas con tierra, agua y espere. Alternativamente, puedes utilizar esquejes introduciéndolos en el suelo durante el otoño o la primavera, sin necesidad de hormonas de enraizamiento.
  2. Condiciones óptimas: Después de obtener una planta de salvia, trasplántela inmediatamente en un recipiente profundo y de 30 o 40 centímetros de ancho para acomodar sus extensas raíces. Colóquelo en un lugar resguardado del viento, reciba mucha luz solar y evite regar en exceso. Trasplante cada 3-4 años, fertilice en otoño y pode solo cuando sea necesario.
  3. Crecimiento de salvia de tamaño familiar: si bien el primer año ve un crecimiento lento, en la primavera siguiente, una sola planta de salvia puede satisfacer las necesidades culinarias de una familia.
  4. Cosecha y almacenamiento: Coseche las hojas de salvia durante todo el año y guárdelas en el refrigerador envueltas en papel absorbente dentro de una bolsa de plástico. Humedecerlos con aceite de oliva permite almacenarlos por hasta tres semanas, o usarlos dentro de una semana si están secos.
  5. Protección y cuidado: Proteja la plántula del frío invernal cubriendo la base con paja, madera o corteza, o llévela al interior. Crea fungicidas naturales con bicarbonato de sodio y agua para prevenir plagas y pudriciones.
  6. Suelo y clima ideales: la salvia prospera bajo la luz solar directa y en climas templados. Evite las zonas de sombra en el jardín y colóquelo en un balcón soleado o en el alféizar de la ventana de su casa. La salvia es resistente a la sequía, al frío y prefiere un sustrato calcáreo, aunque puede adaptarse a diversos suelos, excepto los arcillosos y los encharcados.

Ahora que ya conoces los secretos del cultivo de la salvia, es hora de embarcarte en este gratificante viaje. ¡Feliz jardinería!