Las arrugas del cuello y del pecho pueden resultar molestas y pueden hacernos sentir inseguros sobre nuestro aspecto, sobre todo si aparecen prematuramente. Afortunadamente, existen algunos remedios naturales que pueden ayudar a reducir la aparición de arrugas y mejorar la elasticidad de la piel.
Uno de esos remedios es utilizar almidón de maíz y hojas de laurel . En este artículo, te guiaremos paso a paso sobre cómo utilizar estos ingredientes para reducir las arrugas y lograr una piel más suave y de apariencia más joven.
Paso 1: Preparar los ingredientes
Comience por conseguir la maicena y las hojas de laurel. El almidón de maíz se puede encontrar fácilmente en el supermercado y las hojas de laurel se pueden comprar en el pasillo de especias o se pueden cultivar en casa. Asegúrese de tener suficientes hojas de laurel para usarlas en múltiples aplicaciones.
Paso 2: Preparar la mascarilla
Para preparar la mascarilla, muele finamente algunas hojas de laurel hasta convertirlas en polvo. En un bol mezcla dos cucharadas de maicena con el laurel en polvo. Agrega poco a poco agua tibia y mezcla hasta obtener una consistencia cremosa y suave.
Paso 3: Aplicar la mascarilla
Antes de aplicar la mascarilla, asegúrese de que la piel de su cuello y pecho esté limpia y seca. Con los dedos o una brocha de maquillaje, aplique la mascarilla sobre la piel, centrándose en las zonas arrugadas. Masajea suavemente con movimientos circulares para ayudar a que la mascarilla se absorba.
Paso 4: Tiempo de procesamiento
Deje actuar la mascarilla sobre el cuello y el escote durante unos 20 minutos, para permitir que los ingredientes actúen sobre la piel. Durante este tiempo, relájate y disfruta de un momento de tranquilidad.
Paso 5: Retirar la mascarilla
Después del tiempo de exposición, enjuague suavemente la mascarilla con agua tibia. Asegúrate de eliminar por completo todos los residuos de la mascarilla.
Paso 6: Hidratar
Después de retirar la mascarilla, aplica una crema hidratante específica para cuello y escote. Masajea suavemente la crema en tu piel para ayudar a mantener la elasticidad y la hidratación.
Para obtener mejores resultados, repita este tratamiento una o dos veces por semana. La consistencia es la clave para lograr una piel más joven y luminosa.
Es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar de persona a persona y que los remedios naturales pueden tardar más en mostrar efectos visibles.