Los insectos pueden ser una auténtica plaga, pero también un peligro para nuestra salud. En algunas partes del mundo son un problema mortal. El uso de repelentes industriales, aunque efectivos, nos expone a sustancias químicas y tóxicas: a continuación te proponemos dos recetas de repelentes de insectos naturales.
Aceite de limoncillo. Se obtiene de una planta originaria de Asia, tiene propiedades antibacterianas y antisépticas, pero también tiene un excelente efecto repelente contra mosquitos, piojos y pulgas. Puedes aplicar aceite de limoncillo directamente en tus brazos o colocarlo en los rincones de tu casa.
Aceite de lavanda. Está elaborado a partir de hojas de lavanda y tiene un aroma muy agradable. Uno de los muchos usos de este aceite es como repelente natural.
Puedes diluir el aceite de lavanda en un aceite portador o en vinagre de sidra de manzana. Unas pocas gotas aplicadas sobre la piel son suficientes para conseguir un fuerte efecto defensivo.