Si el uso de suavizantes sigue siendo tan recurrente, varios productos naturales son una alternativa eficaz a ellos. Una elección más inteligente cuando se sabe que los suavizantes siguen siendo productos químicos de limpieza cuyos componentes tóxicos siguen siendo peligrosos para el medio ambiente y la salud. En este artículo te enseñamos cómo conseguir toallas suaves y perfumadas sin exponerte a estos problemas.
Si quieres encontrar toallas suaves y agradables al tacto, lo mejor es adoptar rutinas y hábitos de lavado ecológicos que incluyan el uso de ingredientes naturales.
¿Cómo conseguir toallas suaves y esponjosas sin utilizar suavizante?
– Ropa separada
Es recomendable no sobrecargar el tambor de la lavadora y poner sólo una pequeña cantidad en él para que el lavado sea óptimo. Aparte, es recomendable lavar tú mismo las sábanas y toallas. La idea es que la atención se centre en estos últimos para que se beneficien de una relajación óptima.
– Aligerar la carga
Como se mencionó anteriormente, para obtener el resultado más eficiente, no coloque demasiadas toallas en el tambor de la lavadora. Y con razón, el bulto impide el movimiento de la lavadora gracias a lo cual el calor penetra más fácilmente en los pliegues de las toallas. Si la máquina está demasiado llena, la ropa tardará más en lavarse.
– Añade bicarbonato de sodio al lavado.
Además de neutralizar los olores que pueden persistir en los tejidos, el bicarbonato de sodio es un producto natural versátil que también actúa como detergente. Para utilizar este ingrediente no tóxico como suavizante de telas, rocíe media taza dentro del tambor de la máquina y luego ejecute el ciclo de lavado normal. No necesitarás agregar detergente para ropa. También es uno de los mejores productos para blanquear tus toallas de forma natural.
– Usa tu secadora
El secador te permitirá conseguir toallas cómodas y flexibles. En la configuración, configure las toallas en “medio” y espere hasta que sus prendas estén completamente secas antes de guardarlas. También puedes colgar la ropa en el armario antes de colocarla en la secadora por hasta 10 minutos.
– Utiliza vinagre blanco
Otro elemento esencial para la ropa, el vinagre blanco, ayudará a suavizar las toallas y desinfectar la ropa al matar las bacterias. Esto es lo que hace de este ingrediente una alternativa natural y altamente efectiva a los químicos sintéticos . Para usarlo, puedes agregar una taza de vinagre blanco a la bandeja del suavizante y si quieres perfumar tus toallas, puedes agregar una o dos gotas de aceite esencial de lavanda o eucalipto a la solución de vinagre. .
– Olvídate de la lejía
Incluso más allá de suavizar toallas y ropa de cama en general, el uso de lejía siempre debe moderarse o incluso evitarse. Para el tema en cuestión, la lejía sólo aplanará los rizos fibrosos que dan a las toallas su absorbencia y textura suave. Es por tanto un producto que puede dejarlas ásperas.
– Evitar la saponificación excesiva
El uso excesivo de detergente puede provocar ropa sucia y toallas ásperas. Por eso prefiera utilizar la mitad de la dosis recomendada. Si tiene toallas particularmente sucias, es mejor considerar un ciclo de enjuague más largo cambiando la configuración de la lavadora. En cuanto a la saponificación, no dudes en utilizar jabón de Marsella o jabón negro para lavar, que son mejores que los detergentes comerciales.
– Evite usar una temperatura alta al lavar
Las toallas no deben exponerse al calor en la lavandería. Dado que el algodón es un material especialmente suave, esto lo hará cada vez más áspero al lavarlo y hará que pierda su flexibilidad anterior. Por tanto, lo ideal es aprovechar el lavado y el secado a temperaturas medias para no comprometer la fibra del tejido.
– Respetar los bucles
El efecto absorbente de las toallas se debe principalmente a los pequeños lazos que las salpican. Si se dañan, tu toalla perderá su función y ya no brindará ese tacto suave.
Por ejemplo, una toalla que ha estado húmeda durante demasiado tiempo invitará a la humedad, lo que deteriorará la calidad de esos rizos. También cabe destacar que para proteger las toallas, estas deben estar completamente secas después de sacarlas de la secadora. La idea es que no se debe dejar la tela en humedad por mucho tiempo, ni abusar del proceso de secado. El punto medio es la clave para obtener toallas suaves y flexibles.
Adoptando estos hábitos de lavado y favoreciendo los productos naturales, ya no necesitarás suavizante. A menos que lo uses para tirarlo al inodoro.