Entre las frutas que más nos gustan está el higo: forma de gota y en su interior una pulpa realmente sabrosa con colores que consiguen cautivarnos cada vez más. Puede que no lo sepas, pero es tan apreciado -ahora vamos hacia su periodo de maduración y sabor- que también se le ha ocurrido probar un muy sabroso e innovador granizado siciliano, precisamente en Aci Castello, en la provincia de Catania, con un sabor a higo claras.
Una mezcla de cremosidad sabrosa y artesanal, 100% orgánica, una auténtica sinergia capaz de satisfacer hasta los paladares más refinados. Pero ahora revelaremos un detalle muy inusual. Pues sí, ¡mentimos! El higo no es una fruta como siempre lo hemos concebido, así que averigüemos cómo tenemos que clasificar este manjar a partir de hoy.
Si el higo no es una fruta, ¿entonces qué es?
Preparamos mermeladas y muchas delicias, como bizcochos rellenos de higos, una delicia indescriptible. Pero volvamos a la pregunta principal: si el higo no es una fruta, ¿qué es? Sí, aunque se colocan en el departamento de frutas y verduras en los estantes de los supermercados, estamos hablando en lugar de flores que se forman dentro de la vaina.
Flores que luego maduran y dan lugar a la deliciosa fruta carnosa que disfrutamos. Esta noticia cambiará absolutamente su comprensión del asunto. La parte crujiente que mordemos se llama aquenio, es decir, es una pequeña estructura seca y crujiente situada en el interior del higo, que es la parte sólida y ligeramente crujiente del fruto.
Degustar un higo es un auténtico placer para el paladar: de hecho, habrás notado que se percibe una consistencia fina y crujiente al mismo tiempo, precisamente el aquenio. En cualquier caso, sea una fruta o una flor, la sustancia no cambia, el higo es un alimento que nos acompaña en verano hasta septiembre y renunciar a él sería absolutamente inútil. Gusto refinado y bienestar, para los no iniciados, de hecho, el higo tiene propiedades beneficiosas para la salud: el higo es rico en fibra, vitaminas y minerales.