Flores frescas que permanecen hermosas durante 30 días: descubra el secreto de los floristas para lograr esta longevidad. Descubre el truco experto del viverista.
Cuando traemos flores frescas a casa, un desafío común es evitar que se marchiten demasiado pronto. Los floristas poseen conocimientos y técnicas exclusivos para preservar la frescura de las flores, asegurando que duren más de lo esperado.
¿Cómo se puede mantener la frescura de las flores recién compradas? Hay ciertas reglas a seguir que prolongan la vida útil de las flores. Con el cuidado adecuado por parte de un viverista o florista, puede evitar el marchitamiento prematuro de su ramo de flores frescas. Exploremos los métodos para prolongar la frescura de las flores.
Mantener las flores frescas por más tiempo: consejos para el cuidado
Al comprar flores frescas, es fundamental colocarlas inmediatamente en un jarrón limpio con un poco de agua fresca, asegurándose de que los tallos estén mojados hasta la mitad. Corta el tallo transversalmente a unos tres centímetros de la parte inferior para mejorar la absorción de agua. Si la flor tiene un solo capullo, córtela solo cuando el capullo esté completamente abierto. Al colocar las flores, es aconsejable no sumergirlas en agua. Retire las hojas para evitar que los tallos se pudran.
Cambie periódicamente el agua del jarrón cada 48 horas para evitar la putrefacción. Los floristas recomiendan utilizar agua tibia, nunca demasiado fría ni demasiado caliente. Para proporcionar una nutrición adecuada, agregue una cucharadita de azúcar al agua. Retire siempre las hojas y flores secas y corte los tallos en un ángulo de 45 grados para mejorar la absorción de agua.
Coloque el jarrón en un ambiente fresco, evitando la proximidad a fuentes de calor que puedan acelerar el marchitamiento. Los floristas recomiendan colocar el jarrón al aire libre, en un balcón, para beneficiarse del aire natural y de la luz solar.
Mantener flores frescas con remedios naturales:
Los remedios naturales contribuyen al mantenimiento de las flores frescas cortadas. Use media tableta de aspirina, asegurándose de que solo la mitad esté disuelta en agua, ya que una tableta entera puede contribuir a que los tallos y las hojas se sequen. Para reducir el crecimiento bacteriano dentro del frasco, agrega dos gotas de vinagre de vino y un poco de jugo de limón sin excederte.
Durante cada cambio de agua, limpia los lados del jarrón con una esponja humedecida con un poco de bicarbonato y limón para minimizar la formación de bacterias en las paredes. Un buen conservante de hojas implica una solución a base de jugo de limón y azúcar.
Al aplicar estos sencillos trucos de jardinero, mantendrás tus flores frescas y vibrantes durante un período prolongado, como si las acabaras de comprar o recibir.