Qué es gomashio?
El condimento gomashio proviene de la combinación de las palabras japonesas “goma” (sésamo) y “sio” (sal); También conocida como “sal de sésamo” o “sal oriental”.
Así, el gomashio es un condimento japonés elaborado a base de sal marina sin refinar y semillas de sésamo que aporta un toque distintivo a nuestros platos y ensaladas con un dulce sabor a nuez.
El gomashio es el sustituto perfecto de la sal para determinados platos porque aporta un gran sabor a nuestras comidas y reduce la cantidad de sal necesaria.
Esta “Sal Oriental” se utiliza principalmente en ensaladas y sopas pero también puede aportar mucho sabor a platos principales como arroz, pasta, verduras o legumbres.
Gomasio: Las ventajas
La adición de gomashio para condimentar nuestros platos nos aporta todas las propiedades y beneficios de las semillas de sésamo como:
La sal de sésamo estimula el sistema digestivo y facilita la digestión porque ayuda a asimilar mejor los alimentos que ingerimos.
El gomashio aporta una gran cantidad de nutrientes, minerales, vitaminas del grupo B y hierro a nuestro organismo, de hecho, se considera el condimento remineralizante por excelencia.
La sal oriental es rica en calcio , pues el sésamo contiene hasta 10 veces más calcio que la leche.
Gomashio contiene incluso más lecitina que la soja, lo que ayuda a mantener a raya el colesterol y mejora la memoria. Gomasio es el condimento perfecto para el control del colesterol .
Además, al utilizar gomahsio necesitamos mucha menos sal en nuestros platos y ensaladas y por tanto esto ayuda a prevenir enfermedades como la hipertensión .
Gomasio es 100% vegano.
Las semillas de sésamo son un ingrediente esencial del gomasio. Están impregnados de todo tipo de minerales vitales, incluidos cobre, manganeso, triptófano, magnesio, fósforo, zinc y selenio. También son una buena fuente de vitamina B1.
Cómo hacer gomashio o sal de sésamo
La proporción correcta de gomashio o sal de sésamo es una cucharada de sal marina sin refinar por quince cucharadas de semillas de sésamo.
Primero, tuesta las semillas de sésamo sin engrasar, revolviéndolas con una cuchara para evitar que se peguen o quemen (hay que tener cuidado ya que revientan con facilidad) y cuando estén doradas y desprendiendo su característico olor a nuez, retira las semillas de sésamo tostadas del cacerola.
En un mortero o suribachi (mortero japonés), mezcla las semillas de sésamo tostadas con una cucharada de sal marina sin refinar y muélelas.
Gomasio: Conservación
Una vez preparada, puedes guardar la sal de sésamo o gomasio en un recipiente hermético y conservarlo en el frigorífico, pero no debes dejarlo varios días ya que pierde su calidad y propiedades.