¿Manchas en el inodoro? 3 consejos efectivos para que parezcan nuevos

¿Cansado de las manchas que proliferan en el inodoro? ¿Sueñas con una bonita tapa de inodoro blanca? Seguir al líder !

Limpiar el bol con lejía.

La lejía es un producto de limpieza del que no puedes prescindir en casa. Esta es la forma más eficaz de mantener una tapa de inodoro blanca totalmente higienizada y libre de manchas amarillentas.

Si la tapa del inodoro es de plástico y por tanto se puede desprender fácilmente, simplemente retírela y sumérjala en una taza o tanque.

Mezcla un poco de agua con la lejía en el recipiente o tina, siguiendo la proporción recomendada en la etiqueta del producto.

Remoja la tapa en esta mezcla durante unos minutos. Cuando veas que está blanco ya está listo.

Si la tapa del inodoro no se puede quitar fácilmente, puedes utilizar esta mezcla aplicándola directamente en todas las partes de la tapa con una esponja. Déjalo un rato y luego utiliza un paño húmedo para retirar el producto.

Si desea eliminar el olor a lejía, frote con una esponja empapada en jabón perfumado. Luego simplemente séquelo y vuelva a taparlo.

bicarbonato de sodio

Bicarbonato de sodio y limón – Fuente: spm

Tazón limpio con 3 ingredientes.

Si no tienes lejía o si no te gusta usarla por su fuerte olor, te ofrecen esta otra mezcla, después de haber limpiado bien la tapa del inodoro con un desinfectante común.

Mezcla 4 cucharadas de bicarbonato de sodio con 2 cucharadas de jugo de limón y 1 cucharada de pasta de dientes blanca.

Toma una esponja y aplica esta mezcla por todo el asiento del inodoro. Dejar actuar 10 minutos.

Luego utiliza un paño con agua para retirar la mezcla, limpia con un paño seco y ¡listo!

vinagre blanco

Vinagre blanco – Fuente: spm

Recipiente limpio con 2 ingredientes.

Además, si tienes bicarbonato de sodio en casa, pero no tienes los demás ingredientes, puedes mezclarlo con vinagre, un desinfectante natural que será de gran ayuda para que tu baño vuelva a tener el blanco que deseas.

Sólo necesitarás mezclar 2 cucharadas de bicarbonato de sodio con ½ taza de vinagre blanco. Extiende esta mezcla sobre la tapa, por todos los rincones, utilizando una esponja.

Déjalo actuar el mayor tiempo posible, luego limpia todo con un paño húmedo y otro seco para terminar. También puedes frotarlo antes de limpiarlo, ya que el bicarbonato de sodio es abrasivo y ayuda a eliminar la suciedad.

No te preocupes por el olor a vinagre, ya que se disipa muy rápidamente. Pero, si no quieres que huela mal, rematala con un paño empapado en agua y desinfectante. ¡Esto hará el trabajo perfectamente!