Hay muchos errores comunes que pueden costarle caro. Por ejemplo, el pompón del capó, que se cree que es un simple añadido estético, pero que en realidad tiene una función.
Protege la cabeza de golpes accidentales. Puede que te des cuenta de que hay esta prenda con tu ropa, pero decides tirarla de todos modos.
Debes saber que es una especie de instrucción de lavado. Lo mismo ocurre con la lengüeta de plástico del tapón de la botella de aceite.
No cometas el error de tirar la lengüeta de las botellas de aceite.
Para añadir grasa a los alimentos o para cocinar, la gente tiende a utilizar mantequilla en lugar de aceite. Los países que más aceite de oliva consumen son España, Italia, Grecia y Portugal.
Pero ésa no es la cuestión. Simplemente queremos llamar su atención sobre esta lengüeta de plástico, que a menudo se tira a la basura pero que, sin embargo, es indispensable. Se cree que sólo servía para proteger el contenido hasta su compra. Pero hay algo más.
Según 750 gramos, esta lengüeta desempeña un papel fundamental en la conservación del aceite incluso después de abierto. Es aconsejable dejar esta lengüeta en su sitio para evitar que el aceite se ponga rancio. No olvide abrirla sólo parcialmente para poder volver a colocarla después.
Por supuesto, esta lengüeta también es importante antes de abrir la botella, ya que impide que el aire penetre en el interior, garantizando un cierre hermético.
¿Otra razón para conservar la lengüeta?
Además de la razón de conservación, la lengüeta es también un complemento práctico. Facilita el vertido del aceite cuando se va a utilizar. A veces tendemos a añadir demasiado aceite y acabamos formando un charco. Ésa es la razón de mantener la lengüeta.
Para utilizarla correctamente, quita la lengüeta por la mitad y dóblala hacia atrás para crear una especie de pico vertedor. De esta forma, puedes verter la cantidad justa de aceite y evitar añadirlo todo de golpe.
También es una forma de ahorrar aceite evitando desperdiciar gotas por los lados. Para prescindir de la boquilla, puede retirarla, darle la vuelta y utilizar otra boquilla para introducirla en el cuello de la botella.