Lograr una floración sin precedentes en su orquídea implica un método de esponja único y conocido sólo por unos pocos elegidos. Aquí hay una guía detallada:
En nuestros hogares, numerosas plantas y flores no sólo realzan el atractivo estético sino que también ejercen efectos positivos en nuestro bienestar, estado de ánimo y el medio ambiente. A través de la fotosíntesis de clorofila, muchas de estas plantas liberan dióxido de carbono y absorben el exceso de humedad, evitando la condensación y la formación de moho.
La presencia de plantas y flores en nuestros espacios habitables, particularmente en los balcones, juega un papel crucial en el apoyo a la polinización por insectos, un proceso esencial para preservar nuestro planeta.
Orquídea: el método de la esponja
La orquídea, reconocida por su resistencia y sus flores de diversos colores, es un elemento común en nuestros hogares para diversos eventos y ceremonias. Sin embargo, no todo el mundo conoce el método de la esponja, una técnica que sólo conocen los viveristas experimentados, que ahora describiremos paso a paso.
Incluso las plantas aparentemente sin vida pueden experimentar un notable rejuvenecimiento. Comience limpiando a fondo la planta enferma, eliminando todas las partes secas o podridas. Arranquelo de raíz, eliminando la corteza, y utilice unas tijeras esterilizadas para retirar otros trozos secos que no se puedan extraer con la mano.
No dude en eliminar las partes inciertas; es preferible descartar las porciones dañadas, permitiendo que el segmento sano se revitalice post-tratamiento. La parte central viable se revelará con pequeñas raíces y hojas intactas, siempre que no estén completamente secas.
Para evitar la entrada de hongos y bacterias, que pueden ocurrir donde emergen partes vivas, selle estas áreas con canela, conocida por sus propiedades curativas y ayuda en la formación de raíces. Espolvorea canela sobre la parte cortada y déjala reposar durante 48 horas en ambiente estéril y seco, colocando la planta sobre una superficie limpia.
¿Qué le pasa a la planta?
Pasado este tiempo, corta el fondo de una botella de plástico (aproximadamente 10 cm) y realiza 4 o 5 cortes para permitir el drenaje del agua. Prepare un lecho para las plántulas en el interior usando musgo, líquenes o una esponja esterilizada si no hay materiales orgánicos disponibles. Humedece el material elegido, introdúcelo en la botella y luego coloca la planta en una bolsa de plástico, creando un microclima que favorece el rejuvenecimiento de la planta.
Coloque la instalación en un área bien iluminada, evitando la luz solar directa durante unos 50 días. Pasado este periodo, observa la transformación a medida que la planta desarrolla hojas robustas, verdes y brillantes, libres de moho y bacterias. El sistema radicular estará perfecto, las raíces restantes habrán crecido varios centímetros.
Introduce con cuidado la planta en una maceta de plástico con agujeros en el fondo, colocando la corteza poco a poco sin dañar las raíces. Utiliza un vaporizador o atomizador para humedecer todo, teniendo cuidado de no mojar las hojas en los primeros días. Trate la orquídea revitalizada como cualquier otra y, después de otros tres meses, observe el crecimiento tanto de las hojas como de las raíces, que culmina en flores que inducen a la envidia.