i te gustan tanto las orquídeas que quieres tenerlas en cada rincón de tu casa, no hace falta que las compres en la floristería. Existen técnicas eficaces para reproducir tus plantas mediante el crecimiento de nuevos brotes. Sólo necesitas la planta madre a partir de la cual iniciar el proceso de reproducción.
El mundo de la jardinería se caracteriza por reglas precisas que, si las sigues, te permitirán obtener excelentes resultados. Para ello, hay que tener un pulgar verde y cuidar la planta de principio a fin.
El método fácil y viral
Las orquídeas son una de las plantas decorativas más bellas. Forman un ambiente elegante y agradable. Si quieres reproducir esta planta, esta técnica sencilla y barata seguro que te conquistará. Se trata de una reproducción con botellas de plástico basada en el cuidado adecuado de los esquejes. Los esquejes son fragmentos vegetales que se extraen de la planta madre y se colocan en agua o tierra para dar vida a nuevas plantas.
En primer lugar, hazte con una botella de plástico de 2 litros.
Corta la parte superior, dejando un trozo pegado para poder abrirla y cerrarla. A continuación, haz unos agujeros en el tapón y en el lateral para que pueda pasar el aire cuando la cierres.
A continuación, corta 2 esquejes, que deben medir al menos 10 centímetros, bajo un nudo donde haya raíces inestables.
Ahora cubre la base con musgo húmedo y sujétala con una cinta o banda elástica para mantenerla en su sitio. Introduce los esquejes en la espuma de la base dentro de la botella y ciérrala.
El objetivo es crear un invernadero móvil en el que cultivar tus nuevas orquídeas. Para fortalecer las raíces, elige una ubicación mejor para tus orquídeas.
Para ello, opta por un lugar luminoso que no esté expuesto a la luz solar directa y que sea bastante húmedo. Al cabo de dos semanas, los esquejes tendrán raíces y podrás enterrarlos.
Elige una maceta mediana rellena con tierra drenante especialmente diseñada para orquídeas. Así tendrás una planta de pleno derecho.
La planta necesita una temperatura superior a 15 grados y riego sólo cuando la tierra esté seca. No olvides abonar la tierra con un fertilizante específico para plantas.
Ahora sólo tienes que esperar y tendrás la casa llena de orquídeas.