Guardar la harina en el congelador, la idea parece un poco descabellada, ¿verdad? Sin embargo, contra todo pronóstico, esta nueva solución para el hogar pretende ganar popularidad. Pero por cierto, ¿por qué deberíamos meter nuestra harina en el congelador?
Harina: los riesgos del almacenamiento en el armario
Es un alimento imprescindible en la cocina para elaborar deliciosas recetas dulces o saladas. Pero no solo.
Sin embargo, es un ingrediente muy delicado y si no se almacena correctamente puede quedar inservible. Lo que está en juego es precisamente la presencia de estas molestas mariposas que encuentran allí un entorno ideal para anidar. Por lo tanto, lo que importa no es la calidad de la harina, sino las condiciones “climáticas” del lugar de almacenamiento las que determinan la propagación de los parásitos.
Por eso es importante conservarlo en el congelador y este es el motivo:
Muchos no lo saben, pero este ingrediente no tolera el calor excesivo ni un ambiente demasiado seco, ya que crea el hábitat ideal para que aniden los insectos. Por otro lado, no se conserva bien en lugares fríos y húmedos que favorecen la proliferación de moho y hongos. Además, tiende a absorber olores y olores de todo lo que le rodea. Con una excepción, puedes colocarlo junto a hierbas como albahaca o lavanda.
Basta con adoptar esta nueva solución que atrae cada vez a más usuarios de Internet. Para que la harina no altere sus cualidades organolépticas, colócala en una bolsa plástica para alimentos y colócala en el congelador.
Las temperaturas frescas previenen la presencia o ataque de bacterias y otros microorganismos, asegurando así el mantenimiento de las características específicas de cualquier alimento. Excepto que hasta ahora no sabíamos que la harina también formaba parte de los alimentos que se pueden congelar.
Y esta es una gran sorpresa. Además, no tienes que esperar a que se descongele. ¡Se puede utilizar inmediatamente, tal cual, sin ningún riesgo para la salud!