Saber más sobre el lenguaje corporal de tu gato te ayudará a comprender mejor algunas de las cosas que intenta expresar y también te ayudará a responder mejor a sus necesidades. Mira al felino arqueando su espalda frente a un perro. Los perros y los gatos no siempre se llevan bien. En la misma casa pueden acostumbrarse a la presencia del otro. Excepto que las dos razas tienen hábitos fundamentalmente diferentes. Si un perro y un gato que no se conocen se encuentran en la calle, el felino puede comportarse de forma curiosa. Diferencias entre perros y gatos perro y gato Sin embargo, los perros y los gatos tienen algo en común. Ambos tienen buen oído y buen olfato, además de una excelente vista. Sólo que parece que el gato tiene los sentidos un poco más desarrollados que el perro. El perro creció con el hombre, mucho antes que el gato. Se cree que el perro ha estado con los humanos durante más de 30.000 años, mientras que el gato ha sido domesticado durante aproximadamente 10.000 años. La rivalidad entre el gato y el perro probablemente sea ancestral. La principal diferencia es que el perro es un animal de carga mientras que el gato es más solitario. ¿Cómo cazan los perros y los gatos? gato mariposa Esta diferencia también se manifiesta en los hogares. Por tanto, es difícil dar órdenes a un gato, porque su carácter independiente le impide obedecer. El perro, en cambio, es mucho más fácil de domesticar. Su naturaleza le lleva a una mayor comprensión del hombre. Otra cosa en común entre perros y gatos es que ambos son cazadores. La especie canina prefiere cazar en manada, con otros. El felino, sin embargo, busca solo a su presa. Cazar a este último es más difícil y requiere tácticas diferentes. El perro caza en manada y su método es más bien el de cerco, bajo el mando del líder. Muchos imaginan que el gato arquea el lomo por miedo, pero pocos saben realmente por qué un gato tiene este comportamiento cuando se encuentra con un perro. Cuando el gato y el perro se ven por primera vez, el instinto entra en juego. El gato ve que el perro es más grande. Lo que los gatos evitan hacer, aunque no siempre, es huir. Saben que al huir se convierten automáticamente en presa del perro. Si el encuentro es repentino, es posible que veas al gato arquear el lomo. Este es un comportamiento defensivo pero también un poco temeroso. Hay otra razón por la que el gato arquea el lomo. Cuando el perro sea mayor, intenta parecer más grande para asustarlo. Para aumentar su tamaño, suele levantarse el pelaje y ponerse de pie. Lo habrás comprendido: el gato, para demostrar que también es un animal al que temer, intenta aumentar su tamaño. Si el perro se acerca e intenta atacarlo, el gato se levanta sobre sus dos patas traseras frente a él. Sus patas delanteras, con las garras afuera, van directamente a la nariz del perro, una zona muy sensible del perro. Este gesto muchas veces consigue asustarlo.