Ciertamente, planchar no es la actividad favorita de muchas personas. Dicho esto, admitimos que es una auténtica satisfacción ver tus camisas, sábanas y toallas perfectamente planchadas sin la más mínima arruga o pliegue. Suficiente para someterse a este pequeño sacrificio sin quejarse demasiado. Sin embargo, para dejar de verlo como una auténtica faena, siempre hay una manera de hacer que planchar sea menos aburrido. ¡Aquí tienes un truco que te facilitará el trabajo! Simplemente aplique este método de la abuela, que recientemente se ha vuelto popular, para que su ropa quede libre de arrugas y huela refrescante. ¿Cómo planchar mejor, perfumando la ropa? Te lo contamos todo. Agua de rosas Unas gotas de agua de rosas perfuman tu ropa y todo el ambiente. El truco es muy sencillo: basta con añadir unas gotas de agua de rosas al agua destilada que utilizas habitualmente para planchar. De esta forma, si pulsas el botón de vapor durante el proceso, el agua de rosas también se vaporizará y perfumará tu ropa. Este remedio casero es especialmente eficaz para planchar cuellos de camisas. Además, perfumará toda la habitación donde planches. Sin embargo, es importante utilizar este truco de forma segura y sobre todo con las dosis adecuadas. Para aplicarlo, agregue unas gotas de agua de rosas al agua de planchado para mantener la ropa y las sábanas con un olor fresco durante días. Intenta elegir un agua de rosas lo más natural posible, sin ingredientes ni químicos innecesarios que puedan acabar creando depósitos de suciedad en el interior de la plancha. Tampoco abuses de las cantidades: un solo tapón de agua de rosas es suficiente para dos vasos de agua destilada. Nota: no se recomienda el uso de productos que dejen residuos como perfumes, detergentes o suavizantes. Y no lo olvides, si estás utilizando este truco antiguo, es importante limpiar la plancha con frecuencia. Placa de hierro Limpiar periódicamente la suela de la plancha para evitar la formación de una capa de grasa. Como mencionamos anteriormente, es fundamental limpiar a fondo la suela de tu plancha para evitar la acumulación de depósitos de grasa. Estos últimos, si no se eliminan, pueden comprometer el funcionamiento del aparato e incluso manchar la ropa. ¿Cómo limpiar la suela de la plancha con vinagre y sal? Un remedio casero perfecto para limpiar la suela de la plancha es preparar un vaso de vinagre caliente con una cucharada de sal en su interior y utilizar la mezcla para frotar la suela con una esponja bastante áspera. Este potente limpiador disolverá la cal que se haya quedado pegada en los conductos de hierro y pequeños agujeros de la placa. ¿Cómo limpiar la suela de la plancha con bicarbonato de sodio? Por su parte, con sus propiedades desinfectantes y desengrasantes, el bicarbonato de sodio desincrustará el hierro de forma óptima. Prepare una pasta espesa de 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y 1 cucharada de agua. Cubre la plancha de hierro fría con la mezcla. Tome una toalla limpia o un paño de algodón y frote bien las manchas. Resultado: ¡el sarro y las quemaduras han desaparecido por completo! ¿Cómo limpiar la suela de la plancha con pasta de dientes? Este truco puede parecer cuanto menos inusual, pero la pasta de dientes también es conocida por sus propiedades limpiadoras. Gracias al suave abrasivo que contiene su pasta (preferiblemente blanca), ayuda a que la plancha se deslice mucho más fácilmente. Cubre la suela fría de la plancha con pasta de dientes y déjala actuar durante 2-3 minutos. Para pulir la superficie, límpiela con un paño suave de algodón con ligeros movimientos circulares. Enjuague la pasta de dientes. Enciende la plancha a temperatura máxima y presiona el botón de vapor para limpiar los restos de pasta de dientes que queden en las salidas de vapor.