Por donde pasa el agua, la cal es inevitable. No hay que subestimarlo, se infiltra insidiosamente en todos los rincones de la casa. Después de todo, no solemos pensar en ello, ¡pero ni siquiera el cabezal de la ducha es una excepción! A fuerza de multiplicarse las lluvias, las impurezas y los depósitos de piedra caliza se depositan entre las distintas partes de la manzana. Así que no se sorprenda al ver que el flujo de agua es menos suave de lo habitual. Claro, es muy molesto, pero eso significa que simplemente está obstruido. Si descuidas el mantenimiento del rociador de ducha, limpiarlo necesariamente será más laborioso. Incluso tenderás a querer reemplazarlo por uno nuevo, cuando es completamente posible solucionar el problema sin gastar dinero. Existen principalmente dos tipos diferentes de rociadores de ducha, los fijos y los móviles. ¡Descubre en este artículo cómo hacer un lavado profundo para limpiar el rociador de la ducha y eliminar esta maldita cal! alcachofa de la ducha Limpiar los agujeros Para tener un cabezal de ducha limpio lo primero que debemos hacer es limpiar los orificios por donde sale el agua. Además, si se concentran en piedra caliza, pueden obstruirse fácilmente . ¡En este caso te ducharás con agua no saludable porque está llena de cal! Para limpiarlos en profundidad el proceso es bastante laborioso: ármate de paciencia y utiliza un algodón. Remójalo en un poco de vinagre y frota bien cada agujero. Si la cal está demasiado incrustada y no se desprende, dejar actuar unos minutos y volver a limpiar. Cuando la cal se desprenda, puedes utilizar un alfiler o un palillo para limpiar permanentemente los agujeros, teniendo mucho cuidado de no pincharte. Nota : se recomienda el vinagre para este tipo de limpieza porque es un excelente antical con propiedades desengrasantes y quitamanchas. cabezal de ducha de piedra caliza Limpiar un cabezal de ducha fijo Aquí tienes 2 consejos para limpiar un cabezal de ducha fijo: Con bicarbonato de sodio y agua El bicarbonato es un potente desincrustante: su uso es ideal para rociadores de ducha fijos, porque no podrás mojarlo. Por tanto, toma tres cucharadas de bicarbonato de sodio y agrega agua poco a poco. Necesitará una mezcla parecida a un gel, pero no demasiado líquida o no se pegará bien. Luego extiéndelo por todo el rociador de la ducha, prestando atención al espacio entre los agujeros que son las zonas más incrustadas. Esperar unos 30/40 minutos y luego limpiar con una esponja frotando ligeramente. Después de quitar toda la cal, enjuaga y seca bien para que no se peguen las gotas de agua. ¡Tu rociador de ducha quedará brillante y libre de cualquier rastro de cal! Con sal y vinagre Como alternativa al bicarbonato de sodio, puedes utilizar una pasta hecha de sal de mesa fina y vinagre blanco. Echa 3 cucharadas de sal y agrega el vinagre poco a poco hasta obtener una pasta bastante espesa. Luego pásalo por el cabezal de la ducha y espera media hora. Luego, como se describe en el método anterior, frota muy suavemente con una esponja y retira la cal. ¡Enjuague y seque bien! Precaución: el vinagre puede dañar las superficies de mármol o piedra natural. Así que, si tienes azulejos y platos de ducha fabricados con este material, no optes por este método. sumergir el cabezal de la ducha en agua Limpiar un cabezal de ducha móvil El rociador de ducha móvil es mucho más fácil de limpiar que el fijo, porque basta con dejarlo en el agua un rato antes de lavarlo. Lo más importante a la hora de lavar el cabezal de ducha móvil es sumergirlo en agua. Este primer paso hará que la suciedad y la cal queden mucho más suaves y por tanto más fáciles de eliminar. Para ello llena un balde con agua muy caliente y vierte un vaso de vinagre y medio vaso de jugo de limón. ¡Espera al menos una hora antes de limpiar! Después de sumergirlo en agua solo queda lavar bien el rociador de la ducha. Retírela y luego utilice una esponja para eliminar completamente la cal. En este caso te aconsejamos preparar una pasta con 3 cucharadas de jabón líquido de Marsella o en escamas disueltas al baño María, luego añadir el bicarbonato de sodio hasta obtener una mezcla espesa. Colocar el producto directamente sobre la esponja y frotar ligeramente. Luego enjuague y seque bien para no dejar marcas de agua. ¡La combinación de todos estos ingredientes naturales, con propiedades limpiadoras y desengrasantes, eliminará la cal y favorecerá la limpieza impecable de tu rociador de ducha!